TRIBUNA: «A thinker with a heart» o lo que a la inteligencia emocional se refiere

Maite Sáenz7 septiembre 20108min
Rafael Bisquerra,
Director del Máster en Inteligencia Emocional en las Organizaciones de IL3-Universitat de Barcelona y Catedrático de la UB.
 
Solamente por el ahorro económico que supone reducir el absentismo laboral de carácter psicosocial ya merece la pena la formación en inteligencia emocional en las organizaciones.
 
 Se considera que el primer artículo científico sobre inteligencia emocional fue escrito por Peter Salovey y John Mayer en 1990 con el título Emotional Intelligence. Este artículo pasó prácticamente desapercibido en el momento de su publicación y hubo que esperar cinco años hasta que lo divulgó Daniel Goleman en 1995 en su best seller con el mismo título.

Según Salovey y Mayer, la inteligencia emocional incluye la habilidad para percibir con precisión, valorar y expresar emoción; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando facilitan pensamientos, la habilidad de comprender la emoción y el conocimiento emocional, y la habilidad para regular las emociones para promover crecimiento emocional e intelectual. La inteligencia emocional se refiere a un “pensador con un corazón” (a thinker with a heart) que percibe, comprende y maneja relaciones sociales. Para Daniel Goleman, la inteligencia emocional consiste en conocer las propias emociones, gestionar las emociones, motivarse a sí mismo, reconocer las emociones de los demás y establecer relaciones positivas con otras personas.

Hay otros modelos de inteligencia emocional, de tal forma que es un tema de debate actual la clarificación de este constructo. Dejamos esta discusión para los psicólogos especialistas en el tema.

Conviene hacer constar que más allá de las discusiones teóricas hay un acuerdo bastante generalizado en que existen unas competencias emocionales, que son importantes para la vida y que pueden ser aprendidas con múltiples aplicaciones en la educación, la salud y las organizaciones.

La aplicación de la inteligencia emocional en las organizaciones se manifiesta en múltiples situaciones. A continuación se citan algunos ejemplos, sin ánimo de ser exhaustivos:
prevención y gestión positiva de conflictos habida cuenta de la importancia de las emociones en las situaciones conflictivas;
comunicación emocional tomando en consideración las emociones que generan los mensajes que emitimos;
sensibilización y toma de conciencia de la importancia y de los efectos de trabajar con un clima emocionalmente inteligente que implica a la formación continua de los profesionales y a la selección de personal;
la aplicación de procesos de selección de personal basados en la inteligencia emocional se ha demostrado que tiene efectos positivos múltiples, tanto para la empresa como para la satisfacción de los empleados;
lo mismo se puede afirmar respecto a la formación de los empleados en inteligencia emocional.

En todos estos procesos juega un papel esencial el Departamento de Recursos Humanos, en el que la presencia de profesionales formados y sensibilizados sobre esta temática tiene efectos de largo alcance para la organización. La fidelización del cliente se consigue más fácilmente cuando el empleado mantiene buenas relaciones con los clientes y esto se ve potenciado con las competencias de inteligencia emocional. Estos son algunos ejemplos de la aplicación de la inteligencia emocional en las organizaciones.

Se ha observado que la mayor parte de las bajas laborales son debidas a problemas psicosociales, principalmente, ansiedad, estrés y depresión. Las competencias de inteligencia emocional tienen un alto efecto preventivo en este sentido. Solamente por el ahorro económico que supone reducir el absentismo laboral de carácter psicosocial ya merece la pena la formación en inteligencia emocional en las organizaciones.

El liderazgo emocional es una capacidad muy potente para la buena marcha de la empresa. Tanto el rendimiento de un empleado como su intención de permanecer en el empleo dependen de las relaciones que se establezcan con el inmediato superior. El supervisor que tiene competencias de inteligencia emocional favorece el mayor rendimiento de sus subalternos y asegura su permanencia en el trabajo.

La capacidad de liderazgo emocional se ve aumentada con el conocimiento y desarrollo de técnicas de coaching emocional. Estas técnicas se aplican en las relaciones interpersonales, en la formación en la empresa, en el desarrollo de los empleados, en la prevención y gestión de conflictos, etc. El Plan de Mejora Personal (PMP) y el Plan de Mejora Grupal (PMG) son aspectos a los que se aplica el coaching emocional.

Dentro de la inteligencia emocional se pueden distinguir dos dimensiones: la individual y la grupal. Hasta aquí nos hemos referido a la dimensión individual en cuanto es una persona concreta (empleado, líder, empresario, etc.) la que manifiesta inteligencia emocional en sus acciones. La inteligencia emocional grupal se manifiesta cuando son los equipos en su conjunto los que la manifiestan en sus acciones. Esto significa la constitución de equipos de alto rendimiento, con altas capacidades de trabajo en equipo, fluir en el trabajo, alta efectividad y, como consecuencia, disfrutar en lo que se está haciendo.

La inteligencia emocional es una característica distintiva de las empresas atractivas para trabajar (best place to work). Los empleados de estas empresas tienen un alto rendimiento y disfrutan con su trabajo. Los profesionales desean formar parte de estas empresas ya que esto contribuye en su bienestar.

Cuando se habla de inteligencia emocional en las organizaciones debe entenderse el concepto de organización en sentido amplio. Son ejemplos de organizaciones cualquier empresa, tanto grande como pequeña, pero también lo son organizaciones como centros hospitalarios, centros educativos, Administración Pública (Ayuntamientos, Administración autonómica, Ministerios, etc.), ONGs, centros deportivos, instituciones penitenciarias, asociaciones de vecinos, centros cívicos, centros para personas mayores, etc. En todos ellos tiene sentido y efectos positivos el desarrollo de la inteligencia emocional individual y grupal.

En último término, la inteligencia emocional en las organizaciones pretende contribuir a crear organizaciones emocionalmente inteligentes, desde un primer nivel (por ejemplo empresa familiar) hasta organizaciones de largo alcance como grandes empresas o multinacionales, barrios, pueblos o ciudades. Las ciudades con inteligencia emocional tienen efectos inmediatos en la eficiencia y en el bienestar personal y social.

Un comentario

  • Elizabeth Ugarelli

    28 septiembre 2010 at 19:00

    Cuando tenemos desarrollada la inteigencia emocional tenemos un importante ventaja, las personas puede ser muy capaces y muy preparada pero los resultados son evidentemente mejores cuando los lideres tiene desarrollada la inteligencia emocional.

Comentarios cerrados


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